La educación inclusiva se basa por tener como objetivo primordial: que todos los niños y jóvenes de una comunidad desarrollen su etapa escolar en un mismo centro y aula ordinaria,
sin que tenga ningún tipo de separación. El concepto de inclusión es integral y completo.
Para que se pueda llevar a cabo la educación inclusiva, es necesario que se den las siguientes características:
- El principio rector y filosófico, debe basarse en el concepto de nosotros como sinónimo de comunidad.
- Debe ser una escuela flexible en su currículo, evaluación, promoción y organización.
- La escuela debe estar enfocada y prestar una gran atención a la diversidad de intereses, capacidades, ritmos y necesidades de aprendizaje de cada alumno de manera individual.
- Humanización, libertad, democracia, justicia e igualdad de oportunidades deben ser los principales valores por los que se rigen las diversas actuaciones y actividades de la escuela.
- A nivel metodológico, el enfoque ha de centrarse en las características del alumno y no tanto en los contenidos.
Por otro lado, encontramos una serie de buenas prácticas para llevar a cabo la educación inclusiva:
- Facilitar la diversificación de la enseñanza y la personalización de las diversas experiencias de aprendizaje.
- Fomentar la participación de los padres en los siguientes ámbitos: actividades de la escuela, apoyo en determinados aprendizajes y control de los progresos de sus hijos.
- Diálogo y consenso de todos los miembros de la comunidad educativa.
- El centro debe estar abierto a su entorno y realizar acciones conjuntas con instituciones, asociaciones, empresas,...
- Contar con los recursos necesarios para satisfacer las necesidades de los alumnos con necesidades educativas especiales (NEE).
- Crear lazos de convivencia y tolerancia entre toda la comunidad escolar.
- Prevenir la exclusión por motivos culturales o por discapacidades, favoreciendo la adaptación y realizando actividades que fomenten la aceptación de la diversidad.
- Crear una relación cálida y de confianza entre los profesores y los alumnos y sus familias.
Para poder promover este tipo de educación y de aulas inclusivas es necesario tener presente algunos pasos: compromiso del maestro, utilizar los recursos de la educación especial, seguir el el principio de las proporciones naturales a la hora de escolarizar los alumnos del barrio, establecer grupos de trabajo sobre educación inclusiva y nombrar coordinadores de apoyo.
Udvari-Solner and Thousand (1996) dice que para pasar de la teoría a la práctica el currículo inclusivo, es importante que se aplique unos métodos educativos centrados en el alumno y acomodo a todos los estudiantes. Estos métodos se refieren a tres áreas:
a) El diseño de la clase: establecer grupos de multiedad, es decir alumnos de diferentes cursos en una clase. Con esta práctica se considera que el aprendizaje es continuo y dinámico y de los niños se espera que aprendan en diferentes ritmos y niveles.
b) Aproximaciones curriculares: el profesor debe abordar el contenido con un enfoque multicultural, que lo desarrolle de manera interdisciplinar para que así los profesores de diferentes asignaturas se unan en un equipo e instruyan al alumnado en un área determinada y se favorezcan también determinados valores.
c) Las prácticas instruccionales: los profesores deben enseñar practicando el aprendizaje entre iguales, los grupos cooperativos, y el uso de la tecnología.
Por último, es importante para desarrollar unas prácticas inclusivas los siguientes aspectos:
- Partir de la práctica y de los conocimientos existentes.
- Planificar teniendo en cuenta a todos los miembros.
- Considerar las diferencias como oportunidades de aprendizaje.
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