sábado, 4 de junio de 2016

Discapacidad motora

El niño con discapacidad motriz es aquel que presenta de manera transitoria o permanente alguna alteración en su aparato motor, debido a un deficiente funcionamiento en el sistema óseo-articular, muscular y/o nervioso, y que en grados variables limita algunas de las actividades que pueden realizar el resto de los niños de su misma edad.

Debemos tener en cuenta que los dos tipos de movimientos: voluntarios e involuntarios se producen en centros distintos.

Los movimientos voluntarios parten de las neuronas motoras centrales, que son el origen de la vía motriz o haz piramidal, éste desciende desde el hemisferio izquierdo a través del bulbo raquídeo a la médula espinal.

La vía motriz indirecta o vía extrapiramidal es la causante de los movimientos involuntarios del cuerpo, se originan en el hemisferio derecho, siguiendo en paralelo a la vía motriz hasta llegar a la médula espinal, donde ambas se cruzarán.

Podemos clasificar las deficiencias motrices atendiendo a:
Deficiencias de origen cerebral.
Desorden permanente y no inmutable del tono, la postura y el movimiento debido a una lesión del cerebro antes de que su desarrollo y crecimiento sean completos. En ocasiones esta alteración motriz no se presenta de forma aislada sino que se ve agravada por la coexistencia con otros trastornos, tales como: alteraciones sensoriales, perceptivas, emocionales, relacionales, intelectuales y/o lingüísticas.

Según la localización de la lesión cerebral podemos determinar las siguientes manifestaciones:
  • Espástica: la lesión se localiza en la corteza cerebral (haz piramidal): los movimientos del sujeto son rígidos, bruscos y lentos. La debilidad de los movimientos voluntarios afecta a los labios y la lengua. El rostro es inexpresivo y no tiene control del babeo. Las manifestaciones más importantes serán la espasticidad y la hipertonía.
  • Atetósica: la lesión se localiza en los ganglios basales (haz extrapiramidal). Consiste en una oscilación lenta entre actitudes extremas de hiperextensión y de flexión. Hay afectación en la lengua y en los músculos de la masticación, de la respiración y la articulación.
  • Atáxica: la lesión se localiza en el cerebelo. Presentan alteración en el movimiento y en la dirección inicial, en la estabilidad del tronco y en el equilibrio. Se aprecia descoordinación en la marcha.
  • Mixta: con frecuencia, las formas anteriores no se dan de forma aislada, sino que se advierte una combinación de ellas.

Deficiencias de origen espinal.
Dentro de estas deficiencias podemos encontrar la poliomielitis y la espina bífida. Sólo trataremos la segunda, pues la poliomielitis, prácticamente ha desaparecido gracias a las campañas de vacunación.

Espina Bífida.
Enfermedad congénita, con una serie de malformaciones que presentan en común y como característica fundamental una hendidura de la columna vertebral como resultado de un cierre anormal del tubo neural alrededor de los 28 días de gestación.
Existen varios tipos de espina bífida:
  • E.B. oculta: es la forma más leve y no suele provocar disfunciones.
  • E.B. meningocele: cierre defectuoso del canal asociado a una hernia que provoca la aparición de un saco quístico constituido por líquido cefalorraquídeo, pero no por células nerviosas.
  • E.B. mielomeningocele: del mismo tipo que la anterior, pero el saco quístico contiene células nerviosas.

Los síntomas más destacados de la enfermedad son:
  1. Hidrocefalia (acumulación de líquido cefalorraquídeo en el encéfalo, de no corregirse puede producir retraso mental).
  2. Parálisis o paresia y falta de sensibilidad por debajo del nivel de la lesión.
  3. Malformaciones en miembros inferiores y alteraciones ortopédicas.
  4. Incontinencia urinaria.

Deficiencias de origen muscular.
Miopatías o distrofias musculares progresivas.
Discapacidad motora de origen muscular caracterizada por una alteración enzimática que disminuya la efectividad de la fuerza de los músculos.
Existen diferentes tipos:

  • Miopatía de Duchenne de Boulogne: comienza antes de los 4 años y en su desarrollo se pueden distinguir claramente dos etapas:
    • En la primera década la marcha se conserva, aunque se deteriora. A los 3-4 años comienza a tener problemas para subir escaleras, correr, saltar,... se comienza a desviar la columna y la marcha se hace tambaleante (esto se acentúa de los 5 a los 10 años)
    • En la segunda década aparece la imposibilidad de la marcha. El déficit de los músculos del tronco se agrava y debe ser ayudado en todas las actividades. La esperanza de vida no es larga.
  • Miopatía de Landouzy-Dejerine: la evolución general es muchos menos grave y la edad de comienzo suele ser la adolescencia.

Deficiencias de origen óseo-articular.
Estas deficiencias se establecen a nivel de huesos y articulaciones. Entre ellas encontramos:
  • Malformaciones congénitas: la ausencia congénita de un miembro debida a una afección en el embrión.
  • Distrofias óseas: como la condodistrofia, de origen genético, que afecta al crecimiento en longitud de los huesos, dando lugar a diversos tipos de enanismo.
  • Reumatismo de la infancia: puede ser agudo (causa deficiencias físicas sobre todo con problemas cardíacos, pudiendo evolucionar hacia la anquilosis de codos y rodillas) y reumatismo crónico (puede conllevar anquilosis pero no problemas cardíacos).

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