UN AMBIENTE ESTRUCTURADO
Los
alumnos con TDAH aprenden con más facilidad cuando la lección está
cuidadosamente estructurada debido a la dificultad que tienen para organizar
antes de actuar. En muchas ocasiones pueden no recibir las instrucciones
completas aunque lo parezca, por lo que te recomendamos poner en práctica lo
siguiente:
Adelanta
la organización: Prepara a los alumnos para las lecciones
y actividades que se van a llevar a cabo, explicando el orden en el que se va a
desarrollar cada elemento a lo largo del día.
Revisa
lecciones anteriores: Revisa los contenidos de la lección que
se vieron por última vez, haciendo hincapié en los temas que más dificultades
causaron y respondiendo de nuevo a algunas de las preguntas que surgieron
durante esa clase.
Proporciona
materiales de apoyo: Esto es realmente útil para apoyarles a
la hora de realizar deberes y también para que puedan profundizar en lo que se
ha estudiado.
Simplifica
las instrucciones: Cuanto más sencillas y cortas sean las
instrucciones y las tareas que se le den a los niños con TDAH más
probabilidades hay de que completen lo que se les ha pedido y hagan una gestión
efectiva del tiempo.
Avisar
sobre las novedades: Si hay cualquier cambio en el horario de
clases o alguna variación en la rutina debes resaltarlo varias veces y
asegurarte de que se han enterado.
Horarios
visibles: Habilitar en el aula un espacio para colocar el
horario semanal y permitir que lo consulten siempre que sea necesario.
Listado
de errores frecuentes: Entrégale al alumno con TDAH un folio
donde por asignatura anotéis los errores que suele cometer, para que a la hora
de hacer deberes, por ejemplo, pueda revisarlos y no los cometa de nuevo.
Listado
de materiales para hacer los deberes: Esto le ayudará a
organizarse y le facilitará el poder revisar que tiene las cosas necesarias
para realizar todas las tareas.
Cuadernos
de colores: Organiza con el alumno con TDAH el material de cada
asignatura a principio de curso. Establece un cuaderno para cada asignatura o
una pegatina de color en cada cuaderno, que le ayude a organizarse mejor.
Fechas
de entrega y exámenes: Es muy útil reservar siempre un mismo
espacio en la pizarra para anotar las fechas de entrega de tareas o de
exámenes, dando tiempo para que ellos lo anoten también.
AMBIENTE PREDECIBLE:
Es
importante tener en cuenta que para un estudiante con TDAH el cambio de una
asignatura, tarea o clase a otra resulta especialmente complicado, por lo que
cuanto más predecible sea lo siguiente, más facilidad tendrá para adaptarse.
Se
predecible: La estructura y estabilidad son elementos muy
importantes para los niños con TDAH, muchos de ellos no se adaptan bien al
cambio. Por ello puedes explicar las cosas de forma muy segmentada, con pasos
muy concretos, que dejen muy claro lo que se espera de ellos y las
consecuencias por no realizarlo.
Establece
expectativas de aprendizaje: Explícale a los alumnos qué es lo
que se espera que aprendan durante la clase. De esta forma estableces unas
metas alcanzables y medibles desde un principio.
Establece
expectativas de comportamiento: Deja claro cómo deben
comportarse los estudiantes mientras desarrollan las actividades o se les
explica la lección.
Indica
los materiales necesarios: Es mejor que identifiques los
materiales que son necesarios (por muy evidentes que puedan parecer) a que
ellos tengan que ir descubriendo o deducir qué es lo que necesitan.
Destaca
los puntos clave: Cuando entregues tareas a los niños
subraya o resalta las palabras más relevantes para facilitar que los niños con
TDAH no pierdan el foco sobre lo que hay que hacer. Si estáis leyendo un
enunciado en la clase, puedes hacer un ejercicio para identificar los elementos
más importantes de la tarea.
Avisos:
Puede resultar muy útil que avises a los alumnos de que una lección está a
punto de acabar. Puedes avisar con 5-10 minutos de antelación el tiempo que
queda antes del cambio, para que se vayan preparando. También puedes avisar al
principio de la clase el tiempo que se va a empeñar en cada lección.
UN AMBIENTE ADECUADO AL APRENDIZAJE:
Siéntale
en primera fila: Al estar más cerca de la pizarra y del
profesor se distraerá menos y le será más fácil mantener la atención. Evita
apartarle o aislarle en un rincón de la clase porque puede afectar
negativamente a su autoestima y puede favorecer conflictos con sus compañeros.
Evita
ponerle en evidencia: Procura no hacer diferencias entre
estudiantes con TDAH y sin él, puesto que esto podría causar rechazo por parte
de los compañeros. Por supuesto, evita siempre usar el sarcasmo o la crítica.
Utiliza
materiales audiovisuales: El empleo de medios diferentes
(vídeo, proyector, audio…) facilita que los alumnos en general, y especialmente
los que tienen TDAH presten más atención. Puedes combinarlo con trabajos en
grupo para incentivar el compañerismo.
Control
de la agenda: Este control debes realizarlo a diario,
para asegurarte de que han apuntado todas las tareas, y también que han metido
en su mochila todos los materiales necesarios para realizarlas. En el caso de
adolescentes, hay que realizar este control de una forma más sutil, para no
dañar su autoestima.
Comprueba
el rendimiento: Debes estar pendiente del comportamiento
de los alumnos para detectar posibles muestras de frustración. Proporciona más
explicaciones a estos alumnos para que comprendan el contenido de la lección y
sean capaces de realizar las tareas y resolver los problemas.
Facilita
que corrijan sus propios errores: Explica en cada tarea
cómo identificar y corregir los errores, y proporciona un tiempo razonable para
que puedan revisar su trabajo. Recuérdales elementos especialmente complicados
o excepciones que deben tener en cuenta.
No
limites el tiempo de los exámenes: Los exámenes con tiempo
limitado pueden perjudicar notablemente a los niños con TDAH, debido a la
presión del examen y del tiempo, es posible que no lo puedan completar
satisfactoriamente. Puede ser de gran ayuda que permitas que los niños con TDAH
dispongan de más tiempo o puedes facilitar para ellos otro formato de
evaluación, a través del cual les resulte más sencillo demostrar su conocimiento.
Ordenar
el pupitre: Reserva 5 minutos al día para que los alumnos
organicen sus pupitres y mochilas, para que tengan los materiales necesarios a
mano, y sea más fácil pasar de una asignatura a otra, evitando distracciones.
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